sábado, 9 de marzo de 2013

Reflexión

Escribo esto mientras escucho una canción de Jazz y aun estoy embriagado por el sabor que me ha dejado Teléfono rojo, una película del gran Stanley Kubrick, desconocida para mi hasta hace un par de semanas. Me doy cuenta que cada día que pasa, disfruto más con una buena canción, una buena película, una buena serie, una buena conversación, aprender, enseñar, un buen viaje, reencontrarme con hechos del pasado, descubrirme observando una obra de arte con cierta admiración, leyendo varios libros de diferente índole; que entre ellos solo tienen un tema en común: las letras. Esas letras que por arte de magia, logran formar en mi mente desde paisajes maravillosos a sentimientos de congoja, valor o la tristeza más intima. Puede ser por qué soy más mayor? No lo creo, ya que observando un poco a mi alrededor, me doy cuenta que mucha gente disfruta simplemente con: programas de dudosa reputación, que cuentan la vida de tal y cual; o un partido de fútbol. Que conste que no critico a nadie, pero no saben lo que se pierden. A que no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario